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Tapa original del libro de Julien Besançon |
En ese sentido, rescatar
el libro del periodista Julien Besançon (1932-2017), Las paredes tienen la palabra. Diario mural del mayo ‘68, adquiere su doble valor: por un lado, el de ejemplificar "una aspiración a la expresión”,
como dijo Cheval sobre lo que fue el Mayo 68, y, por otro, el de subrayar la labor periodística de Besançon;
que, como ya había hecho en dos libros anteriores sobre China e Israel, salió a
las calles e hizo una “colección” de aquellos “monumento(s) histórico(s) que no
pretendía serlo”, haciendo alusión a los grafitis y pintadas en diferentes facultades
de Paris.
Al mismo tiempo, con la imagen
que ilustra la presente nota, se busca escapar a una visión museológica en
torno al acontecimiento conocido como Mayo Frances, y dar un anclaje con la
actualidad de las calles parisinas. A continuación, entonces, se reproduce totalmente
el prólogo y una selección de las inscripciones aparecidas en el libro publicado
en 1968, bajo el sello editorial Claude Tchou.
Las paredes tienen la palabra
También aquella vez, fue el tiempo de las cerezas[1].
Iba a ser el Centenario de la Comuna de Paris. Las
fachadas estaban lavadas. Las paredes tenían una blanca uniformidad sin edad;
solo, o casi, la Sorbona se mantuvo negra. La calle, la calle solo significaba
embotellamientos. “No escribir en la pared” no era un poema, sino una ley de
otro siglo.
Uno de las primeros que dinamitó con la bomba de aerosoles
en rojo “Prohibido prohibir”: atacando la fortaleza con pintura, coloreando y
queriendo derribar las paredes.
“Aquí nosotros desempolvamos”, pregonaba un panel y un
diario mural, sin los ideogramas de Pekín, pero con las ideas que de Proudhon a
Bakunin, de los surrealistas a los situacionistas, sacuden a Francia desde sus
barricadas más antiguas, se estrellaron como las cerezas de mayo bajo los
viejos murales de Puvis de Chavannes[2],
los corredores de los anfiteatros, las torres de la Facultad de Ciencias y las
particulares casas de la época de Luis XV en la Isla San Luis.
El grafiti en sí mismo se convirtió en libertad. Y
cuantos sinceros han escrito “No tengo nada que escribir”: ellos no son naif. Gritaron
para “sentir(se) con”.
Celebración de un anonimato que participa. Los que
citaron no firmaron, anexando al autor a las circunstancias.
Pero esos gritos, han creado hechos de clavo sobre la
tiza, de cal sobre el cemento y de tinta sobre papel, negando la política,
desafiando la filosofía, la estética, la poesía. Foro vertical, democracia de
la tachadura: las adiciones, las respuestas establecieron un diálogo.
Ya las limpiezas en blanco de junio aplastan los
panfletos negros y rojos de mayo: se está repintando.
Por primera vez, sin duda, un
monumento histórico no pretendía serlo.
Las disonancias y las discusiones, monumento efímero
de una primavera, habrían desaparecido…
¿Estas paredes que fueron grandes orejas, que reivindicaron
la palabra, ya no tendrían ojos? ¿Por qué?
He aquí esta colección.
Julien
Besançon
Aquí, espontaneamos. Censier
Ser estudiante es fácil; ¿te
quedas? Es la huelga. Farmacia
El sueño es realidad. Censier
Las paredes tienen orejas.
Sus orejas tienen paredes. Ciencias Políticas
La anarquía soy yo. Nanterre
Millonarios de todos los países,
únanse, el viento gira. Censier
Pacifistas de todos los
países, derroten a todas las empresas beligerantes al convertirse en ciudadanos
del mundo. Galería de las Ciencias. Sorbona.
Todo reformismo se
caracteriza por el utopismo de su estrategia y el oportunismo de sus tácticas.
Gran Hall. Sorbona.
El conservadurismo es
sinónimo de podredumbre y fealdad. Gran Halla de la Nueva Fac. de Medicina
Vamos a abrir las puertas
asilos
prisiones
y otras
Facultades. Anfiteatro
de Música. Nanterre
Yo decreto el estado de alegría
permanente. Escaleras de Ciencias Políticas
La barricada cierra la calle
pero abre el camino.
Los C. A. 3 de mayo.
Censier
La revolución comenzó.
Sorbona
Participen en la agitación
cultural. Sorbona
Saca el culote a tus
oraciones para estar a la altura de los sin culotes. Sorbona
El palo educa la
indiferencia. Sorbona
El arte es muerto,
liberemos nuestra vida cotidiana. Sorbona
La vergüenza es contrarrevolucionaria.
Nanterre
La perspectiva de gozar mañana
nunca me consolara de lo aburrido de hoy. Nanterre
Dueño de opiniones
abstenerse, no oradores, no micros. Sorbona
Más hago el amor mas tengo
ganas de hacer la Revolución.
Más hago la Revolución mas
tengo ganas de hacer el amor.
(Uno de los rabiosos) Sorbona
Atención camaradas, o
entonces liberamos a los profes de su mala conciencia. Censier
La Humanidad solo será feliz
cuando el último capitalista sea colgado con las tripas del último
izquierdista. Condorcet
Solo la verdad es
revolucionaria. C. 24 Nanterre
Para empezar, contéstese a
usted mismo.
(Sí, inclusive de Gaulle). Sala común 1er Piso Odeon
La imaginación toma el poder.
Escaleras de Ciencias Políticas
¡Vivan las masas creativas!
No a la incultura
burguesa.
La cultura es un caldo.
Condorcet
La liberta del otro
extiende la mía hasta el infinito. Bakunin
Más que nunca crear comités
de acción.
Antes de todo crear comités
de acción.
Victoria gracias a los
comités de acción.
Tiene usted su comité de acción.
Si no cree su comité de acción.
Patio de Sorbona
[1] «El tiempo de las cerezas»
hace alusión a una canción francesa asociada a La Comuna de Paris.
[2] Pierre Cécile Puvis de
Chavannes (1824 - 1898) pintor del simbolismo francés.