Sepamos que Entre Ríos, como lo dijera Alberto Gerchunoff, “se transformó en un mito geográfico”[1], y hay que entenderlo en los términos de Barthes, es decir, como un metalenguaje “porque es una segunda lengua que habla de la primera”[2]. En otras palabras, Entre Ríos conforma, como dijera Claudia Rosa, “una zona de la literatura argentina”[3] dado que su nombre transcendió su uso cotidiano porque existen individuos que “no escribían porque sabían escribir, y ni siquiera escribieron haciendo “literatura”, sino que realmente fundaron otra literatura: es decir, otra forma de mirar/hablar/escribir”[4], como en su momento señalara Miguel Ángel Federik, director de la colección que compone la presente obra.
En ese contexto,
digamos que el libro desarrolla una arista de uno de los grandes poetas de esta
provincia y de la patria de los libros: Juan L. Ortiz (1896-1978); vivió parte
de su infancia en Villaguay. De esta punta del hilo tira Luis Alberto
Salvarezza para confeccionar “Al Villaguay (y otros poemas). Juan L. Ortiz”, de
ediciones del Clé (2014).
En efecto, este texto
podría ser una reseña si no fuera que en el 2021 el libro cumpla siete años de publicación.
Lo que no es una contradicción es el objetivo: difundir la obra dentro de los villaguayenses,
que pueden encontrar un ejemplar en la oficina de turismo o seguramente en las múltiples
bibliotecas de la ciudad.
El total de 127 páginas se estructura
en tres partes: la introducción, donde Salvarezza nos cuenta cómo es que
Villaguay pasa a ser un lugar dicho en la vida del poeta; seguida por tres
poemas de Juanele dedicados a
Villaguay y un comentario final de Carlos Mastronardi; más una muestra de representaciones
gráficas y fotográficas inspiradas en el poeta nacido en Puerto Ruiz —que cobra
otro sentido ahora que está en construcción el archivo Fotos de Juanele.
Diríamos algo de eso, y que al finalizar
el libro en el aire queda la impresión de que fue hecho con un compendio fuerte
de notas y la colección personal de Salvarezza, que además de poeta es artista gráfico
y plástico. En esta oportunidad, la línea que se sigue es la que une Villaguay con
Juan L. Ortiz, un “inspirado inspirador”, y Salvarezza lo hace con alusiones
que otros también han hecho sobre Juan L Ortiz. El aparatado titulado “De poeta
a poeta”, con el cual comienza el libro, nos deja una nota al aire para que
todos entremos en la lectura. La primera oración citada es de Carlos Mastronardi:
Sucinto como un
junco, suave la voz, propenso a la contemplación y al silencio, desentendido de
las rencillas locales y perdida la mirada en la lejanía, tanto sus aspectos como
sus hábitos causaban una especie de amable extrañeza.
Además, entre los
citados figuran Luis Sadí Grosso quien dice “Hombre delgado y suave como el
borde de un pétalo”, para describir a Juanele… mientras que de Jorge Enrique Martí
se puede leer:
enciende su
boquilla de festejos
el intimo pitillo que
celebra
con volutas de humo
nuestro encuentro
Pero no son las únicas,
siguen las citas de Héctor César Izaguirre, Alfredo Veiravé, Marcelino Román, Julio
Vega, Hugo Alberto Luna, Juan Manuel Alfaro, Fortunato Calderón y Tuky Carboni,
haciendo un muestrario de otros poetas que le han dedicado versos a Juanele.
En efecto, Salvarezza
nos propone un viaje desde la etimología y la cosmovisión guaranítica que
encierra la palabra Villaguay, pasando por un recorrido histórico y geográfico
que desemboca en los tres poemas de etapas diferentes de Juan L. Ortiz:
El primero, “Villaguay”,
dedicado a Justo Miranda, fue publicado en “La mano infinita (1951)”, y comienza:
¿Dónde está mi corazón, al fin?
Ah, mi corazón está en todo.
En las vidas más increíbles, próximas y lejanas.
Está en las más hermanas de aquí y de allá, caídas o
incorporadas
sobre sí mismas, en el límite del martirio, con la
sonrisa de la fe.
En síntesis, no habría
que dejar pasar la oportunidad de consultar la edición hecha por la
Municipalidad de Villaguay. No solamente porque sigue explorando la faceta más
reconocida de Juanele, la poesía; también porque aquí se comparten algunos
textos en prosa. A su vez, el hecho de que contenga una selección de artistas plásticos
y fotografías agrega valor artístico al ejemplar literario.
“Los Nuestros”
La obra “Al Villaguay (y otros poemas). Juan L. Ortiz”, de ediciones del Clé (2014), forma parte de la colección Los Nuestros. Impulsada por la Municipalidad de Villaguay y coordinada por Miguel Ángel Federik, la misma está compuesta por diez títulos. Para cerrar la colección se escogió a “Alberto Gerchunoff, periodista, crítico y pensador”, de Alfonsina Kohan, que se presentó el viernes 19 de marzo. Junto a la autora, también estuvieron Miguel Ángel Federik y Mónica Szurmuk, Dra. en Literatura Comparada por la U. de California (EE.UU), docente de la UBA y la U. de San Martín, biógrafa de Gerchunoff ("La vocación desmesurada-Una biografía de Alberto Gerchunoff" Sudamericana, Bs.As. 2018), y de Alfonsina Kohan, docente de la UADER, Magister en Teoría y Metodología de la Investigación Literaria por U. de Rosario y Dra. en Letras por la U. de Córdoba, autora de la Introducción, selección, bibliografía y notas que integran el último libro de la colección, en cual trata de la recopilación y edición de textos de Gerchunoff, dispersos en diarios y revistas de la época, que más allá de su calidad literaria revelan las preocupaciones, saberes y desvelos de "...el argentino más judío, el judío más argentino" como supo definirlo Ricardo Feierstein.
“Los
nuestros” se completa con los siguientes títulos:
“Cuadros
y escenas criollas de Villaguay”, texto hallado en el Museo Histórico de
Villaguay, en el que un médico oriundo de Asturias (España) relata su
experiencia en estas tierras .
Una
reseña sobre el periodismo villaguayense, elaborada por Dardo Torres Rodríguez;
el tercero es “Marroncito, el hornerito rebelde”, de Juan Carlos “Gallina”
Alsina.
La
cuarta, dedicada al cantautor local Víctor Velázquez. Con prólogo de Mario
Alarcón Muñiz, la obra compendia bajo el título “Memorias vuelo”.
Luego
de la obra de Salvarezza, fue una reedición del texto “Felipe Rodríguez,
caudillo de Lucas”, de la historiadora local Manuela Chiesa de Mammana; y el
séptimo estuvo dedicado a la artista villaguayense Olga Blanc, e incluye un
análisis de sus obras, a cargo de la licenciada Malena Baqueiro.
El
octavo es “Celuloide y otros textos”, que reúne parte de la obra del
villaguayense Zoilo García Quiroga, con introducción de Susy Quinteros. El
noveno es un compendio de la vida y obra del villaguayense Emiliano Carulla.
[1] Salvarezza, L. A. (2014), Juan L Ortiz Al Villaguay, Ed. Clé, pág.
18
[2]
Barthes, R. (2010) , Mimologies,
Ed. SXXI, pág. 206.
[3] Rosa, Claudia. Entre Gualeguay y Paraná, disponible
online en http://www.autoresdeconcordia.com.ar/articulos.php?idArticulo=866
[4] Miguel Ángel Federik (2019), Mírense en estos espejos textuales…,
disponible en http://villagramd.blogspot.com/2019/09/mirense-en-estos-espejos-textuales.html