“Arnaldo Calveyra, tras sus huellas” Diario de rodaje 3: Las fuentes


Pareciera un capricho volver a la palabra para explicar los que se hizo en un film, pero no. Cierto es que la palabra, fuente primordial para expresar ideas, modeliza una imagen, una pregunta, un sonido. Como diría Calveyra, las palabras están (o son) “Palabras llenas de fronteras”[1]. Viven entre las lenguas, siempre dispuestas para generar información: las que utilizamos y que verán en el film; las que quedaron afuera por razones estéticas-narrativas; las que encontramos y no utilizamos por diferentes razones.

Laure Bataillon, Vincent Bataillon, Arnaldo Calveyra, 
Aurora Bernárdez y Julio Cortázar, en Montmachoux, 
Paques 1964 (Gentileza Archivo Familiar)

Gran parte de la información proviene de la oralidad. Es decir, palabras puestas en testimonios de Monique Tur, Beltran y Eva Calveyra; de la poeta y traductora Silvia Baron Supervielle, de la editora Ariana Saenz Espinoza y del ensayista Pablo Gianera (hay otras personas que no aceptaron ser entrevistadas, pero ofrecieron su apoyo de alguna u otra manera, y también hay otras a las cuales no se las pudo contactar, a pesar del intento). Cada entrevistado tiene características particulares, saberlas es aprovechar sus conocimientos. Había que confeccionar las preguntas de una manera tal que, luego en el montaje, pareciera que las personas estaban dialogando. En efecto, ¡todos dialogábamos en torno a la vida y obra de Arnaldo Calveyra!


En paralelo a las entrevistas se hizo un registro de los archivos. Comenzado con los hogareños: fotografías, textos, recortes; algunos ya digitalizados otros por digitalizar. ¡No faltaron aquellos papeles traspapelados que aparecieron! Y en simultaneo, los ya publicados: solicitamos la colaboración y autorización de dos registros. Por un lado, al periodista y realizador cultural Ivo Betti, que contaba con imágenes de la última visita de Arnaldo Calveyra a Entre Ríos. Y, por otro, a Silvia Vegierski, encargada de la producción general de la Audiovideoteca de Escritores, en Buenos Aires, con los cuales Calveyra compartió una entrevista.

En Paris encontramos registros de Arnaldo Calveyra participando en medios de comunicación. El problema no fue poder utilizarlos, más bien el de no someter al film a restricciones de circulación. Sin dudas que hubiese sido vistoso ver a Calveyra desenvolverse con periodistas franceses, y escucharlo hablar en francés al decir:

“Yo dejo esperar el poema lo más posible. Solo es cuando el poema no puede esperar más que yo me decido a comenzar a escribirlo o a ponerlos en notas. No es que el poema se escribe de una vez, al contrario, eso me pasa muy poco. Pero hay un gran silencio alrededor del comienzo de mis poemas y eso es lo que le va a dar esta especie de tranquilidad, de calma… Hay un amigo mío, gran poeta, que me dice que mis textos parecen de un sordomudo, que de repente comienza a decir cosas y sale como un mudo que comienza a hablar. Es lo que más le intriga en mis textos, la irrupción de la palabra que no viene de ninguna parte”[2].

Ese registro, de 1994, corresponde a la radio France Culture, en una entrevista de Colette Fellous, conductora de las Nuits magnétiques, verdaderamente sorprendente. No menos que la que sucedió dos años antes, pero en televisión (emisión en la que participo también Juan José Saer, la misma noche). Hablo de la emisión Le cercle de minuit, conducido por Michel Field, y donde Calveyra pronunció una de sus célebres respuestas:

Field: “Entonces, usted escribió relatos, cuentos, teatro y poesía, y da la impresión de que la frontera entre prosa y la poesía se ha abolido completamente cada vez más en su trabajo”.  

Calveyra: “Ah sí, yo pienso que he llegado demasiado tarde para la repartición entre géneros; he llegado demasiado tarde. Definitivamente, ya no soy más un escritor que escribe, o que ve, la historia de la literatura en términos de géneros. Yo pienso que podemos acceder a todo. Yo pienso que, si tenemos una situación teatral, porque no acceder a esta situación teatral y probar compensar las lagunas que hay entre la sensación y el hecho de desembocar en algo. Siempre, claro, un borrador, sobre todo hablando de teatro, donde hay que pasar por los actores o el escenarista”[3].

En definitiva, no todos los archivos en francés quedaron fuera del film. Algunos en castellano también. De hecho, fragmentos de la voz off, grabadas por el actor argentino Pablo Delgado, pero ¡no las vamos a excluir también de esta nota!:

“ahora que cada palabra que escribo es mitad palabra y la otra mitad silencio, se me da por pensar que algunas personas, hombres, mujeres, llevados por una misma gana de silencio, podrán interrogar esas páginas, acaso por la única razón de que en ellas puedan encontrarlo, silencio que nos funda como el agua, que es como inscribir dedicatorias en una frente, y que tanto me fascina hasta cuando no trabajo”[4].

Los libros de Arnaldo Calveyra conformaron la fuente inspiradora. La última cita corresponde al libro de ensayos El Caballo Blanco de Mozart, pero también se utilizaron textos de Diario del recluta, Diario Francés (1959-1960), El hombre de Luxemburgo, Diario de Eleusis, El libro de los espejos y El cuaderno griego, todas publicaciones de editorial Adriana Hidalgo.

A la hora de pensar en la música, desde el principio fuimos cuidadosos de no superponer la musicalidad de los textos de Calveyra con la banda sonora del film. La composición musical que hizo Gustavo Reynoso, quien además coordinó a otros músicos, fue un trabajo de escritura y de imaginación; partituras que devendrían en ambientes sonoros para disfrutar de las imágenes y las entrevistas. Desde el adelanto se puede disfrutar Bajo el Puente, en el Puente de las Artes. Luego, todo el viaje tras sus huellas es acompañado por exquisitas composiciones. En breve tendremos la posibilidad de escuchar todas juntas, cuando subamos a la nube el soundtrack de Arnaldo Calveyra, tras sus huellas. Estreno, 6 de mayo, 21hs., en la Casa de América Latina, en Paris.

    
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[1] Pág. 106, “Diario francés (1959-1960). Vivir a través de cristal”, Ed. Adriana Hidalgo (2017).
[2] Ver https://www.ina.fr/audio/P14069979/arnaldo-calveyra-reagit-a-une-archive-d-antoine-vitez-audio.html
[3] https://www.ina.fr/video/I14070286/arnaldo-calveyra-video.html
[4] Ver «A un silencio de página», en “El Caballo blanco de Mozart”, Ed. La Bestia Equilátera (2010).