“Las paredes tienen la palabra, diario mural, mayo ‘68”



Tapa original del libro de Julien Besançon 
Según el profesor Jean-Jacques Cheval, el mayo francés de 1968 “es también la aparición de una aspiración a la expresión, a una palabra más directa y liberada de sus limitaciones, más en línea con los temores, las aspiraciones y los cambios sociales y morales de los años 60”; a lo cual agrego, al calor de un contexto mundial de luchas emancipatorias, anticapitalistas y antiimperialistas: la Revolución Cubana y sus repercusiones en toda América; la resistencia triunfante del pueblo Vietnam; la emancipación de Argelia; las rebeliones en África, por nombrar algunas expresiones políticas-económicas, sociales y culturales, de las cuales Europa no podía estar ausente; mas bien, como rescata Sartre, de Fanon, en el prólogo: "Europa ha dado un zarpazo a nuestros continentes; hay que acuchillarle las garras hasta que las retire". Mayo 68, quizás, sea un bumerán de ese contexto.

    En ese sentido, rescatar el libro del periodista Julien Besançon (1932-2017), Las paredes tienen la palabra. Diario mural del mayo ‘68, adquiere su doble valor: por un lado, el de ejemplificar "una aspiración a la expresión”, como dijo Cheval sobre lo que fue el Mayo 68, y, por otro, el de subrayar la labor periodística de Besançon; que, como ya había hecho en dos libros anteriores sobre China e Israel, salió a las calles e hizo una “colección” de aquellos “monumento(s) histórico(s) que no pretendía serlo”, haciendo alusión a los grafitis y pintadas en diferentes facultades de Paris.
Al mismo tiempo, con la imagen que ilustra la presente nota, se busca escapar a una visión museológica en torno al acontecimiento conocido como Mayo Frances, y dar un anclaje con la actualidad de las calles parisinas. A continuación, entonces, se reproduce totalmente el prólogo y una selección de las inscripciones aparecidas en el libro publicado en 1968, bajo el sello editorial Claude Tchou.


Las paredes tienen la palabra
También aquella vez, fue el tiempo de las cerezas[1].
Iba a ser el Centenario de la Comuna de Paris. Las fachadas estaban lavadas. Las paredes tenían una blanca uniformidad sin edad; solo, o casi, la Sorbona se mantuvo negra. La calle, la calle solo significaba embotellamientos. “No escribir en la pared” no era un poema, sino una ley de otro siglo.
Uno de las primeros que dinamitó con la bomba de aerosoles en rojo “Prohibido prohibir”: atacando la fortaleza con pintura, coloreando y queriendo derribar las paredes.
“Aquí nosotros desempolvamos”, pregonaba un panel y un diario mural, sin los ideogramas de Pekín, pero con las ideas que de Proudhon a Bakunin, de los surrealistas a los situacionistas, sacuden a Francia desde sus barricadas más antiguas, se estrellaron como las cerezas de mayo bajo los viejos murales de Puvis de Chavannes[2], los corredores de los anfiteatros, las torres de la Facultad de Ciencias y las particulares casas de la época de Luis XV en la Isla San Luis.
El grafiti en sí mismo se convirtió en libertad. Y cuantos sinceros han escrito “No tengo nada que escribir”: ellos no son naif. Gritaron para “sentir(se) con”.
Celebración de un anonimato que participa. Los que citaron no firmaron, anexando al autor a las circunstancias.
Pero esos gritos, han creado hechos de clavo sobre la tiza, de cal sobre el cemento y de tinta sobre papel, negando la política, desafiando la filosofía, la estética, la poesía. Foro vertical, democracia de la tachadura: las adiciones, las respuestas establecieron un diálogo.  
Ya las limpiezas en blanco de junio aplastan los panfletos negros y rojos de mayo: se está repintando.
Por primera vez, sin duda, un monumento histórico no pretendía serlo.
Las disonancias y las discusiones, monumento efímero de una primavera, habrían desaparecido…
¿Estas paredes que fueron grandes orejas, que reivindicaron la palabra, ya no tendrían ojos? ¿Por qué?
He aquí esta colección.

                                           Julien Besançon






Aquí, espontaneamos. Censier



Ser estudiante es fácil; ¿te quedas? Es la huelga. Farmacia


El sueño es realidad. Censier




Las paredes tienen orejas. Sus orejas tienen paredes. Ciencias Políticas



La anarquía soy yo. Nanterre



Millonarios de todos los países, únanse, el viento gira. Censier



Pacifistas de todos los países, derroten a todas las empresas beligerantes al convertirse en ciudadanos del mundo. Galería de las Ciencias. Sorbona.



Todo reformismo se caracteriza por el utopismo de su estrategia y el oportunismo de sus tácticas. Gran Hall. Sorbona.



El conservadurismo es sinónimo de podredumbre y fealdad. Gran Halla de la Nueva Fac. de Medicina



Vamos a abrir las puertas
asilos
prisiones
y otras
Facultades.   Anfiteatro de Música. Nanterre



Yo decreto el estado de alegría permanente.  Escaleras de Ciencias Políticas



La barricada cierra la calle pero abre el camino.
Los C. A. 3 de mayo. Censier



La revolución comenzó. Sorbona



Participen en la agitación cultural.  Sorbona



Saca el culote a tus oraciones para estar a la altura de los sin culotes. Sorbona



El palo educa la indiferencia. Sorbona



El arte es muerto, liberemos nuestra vida cotidiana. Sorbona



La vergüenza es contrarrevolucionaria. Nanterre



La perspectiva de gozar mañana nunca me consolara de lo aburrido de hoy. Nanterre



Dueño de opiniones abstenerse, no oradores, no micros. Sorbona



Más hago el amor mas tengo ganas de hacer la Revolución.
Más hago la Revolución mas tengo ganas de hacer el amor.    
                                                                                                          (Uno de los rabiosos) Sorbona



Atención camaradas, o entonces liberamos a los profes de su mala conciencia. Censier



La Humanidad solo será feliz cuando el último capitalista sea colgado con las tripas del último izquierdista.  Condorcet



Solo la verdad es revolucionaria. C. 24 Nanterre



Para empezar, contéstese a usted mismo.
(Sí, inclusive de Gaulle).     Sala común 1er Piso Odeon




La imaginación toma el poder. Escaleras de Ciencias Políticas



¡Vivan las masas creativas!
No a la incultura burguesa.
La cultura es un caldo.
                                         Condorcet



La liberta del otro extiende la mía hasta el infinito. Bakunin




Más que nunca crear comités de acción.
Antes de todo crear comités de acción.
Victoria gracias a los comités de acción.
Tiene usted su comité de acción.
Si no cree su comité de acción.
                                                         Patio de Sorbona






[1] «El tiempo de las cerezas» hace alusión a una canción francesa asociada a La Comuna de Paris.
[2] Pierre Cécile Puvis de Chavannes (1824 - 1898) pintor del simbolismo francés.