Visita a Vallegrande

"Rezando el hombre que mataron en Camirí",
como dice el poema de Zamarripa.
Ph. Amandine Girard
En principio, quedé sorprendido con el primer lugar donde fuimos: La lavandería del Che. Ese lugar que tanta veces vi en fotografías, ahora estaba presente. Es un sitio ubicado, justamente, detrás de un hospital. Allí se lavaban las prendas del mismo; allí exhibieron los cuerpos de los guerrilleros abatidos, entre ellos el de Ernesto Guevara.
En aquel momento se me despertó una gran emoción y con ella brotaron mis lágrimas. Pareciera como que lo vi; solamente no era un simple recuerdo. Era la imagen del Che muerto, pero con los ojos abiertos como el que más vivo, y su mueca en la sonrisa. Lo rodeaban mensajes y saludos de todo el mundo, y lenguas en poesías. Fue allí que me nació las ganas de recitar, como brisa del aire, el poema de Marta Zamarripa: “El comandante ha vuelto por sus huesos… todo el aire del aire por sus fosas… los pájaros del monte le tejen una túnica de cantos”, porque el Che es eso que dice la poeta: una chispa de eternidad. 
Consecuentemente para con el trato de un Revolucionario, las paredes de la lavandería del Che están valladas. El municipio, mediante turismo, se encargó de eso. Solamente se puede acceder pagando 40 bolivianos. Luego, fuimos al mausoleo y al museo del Che, ambos recientemente elaborados. En el cuaderno de visitas dejé escrito el poema que antes solamente recordé a viva voz. Allí pude ver fotografías que nunca antes había vistos, debe ser porque algunas de ellas fueron donaciones directas de Cuba. Vale decir que la persona que nos ofició de “guía” no era competente, pues fue escasa su intervención, no más que para abrirnos las puertas de ambos lugares.
Por todas partes de Vallegrande hay imágenes del Che, más aún en La Higuera donde fue asesinado, lugar que queda a 60 kilómetros de Vallegrande. Entiendo que el Che ya es parte del folclore de esta parte de Bolivia. Entonces, pude enterarme de nueva información que se desprende de lo que generó el Che, o su persona, no su personalidad de actos e ideas. Puesto que no se habla de lo que reflexionaba él en ese momento: la idea de un ejército internacional revolucionario para superar las condiciones que genera el capitalismo en su etapa imperialista; su autocrítica respecto a las políticas de la URSS, en suma, sus posicionamientos en la praxis marxista en Latinoamérica.