¡LA ESPERANZA DE UN VOTO MEJOR!

La esperanza de un mundo mejor no se define en un voto. Cuando ya no hay más posibilidades para avanzar mediante las urnas, en América Latina se creó la Guerrilla. Lo dice el Che en Guerra de Guerrillas. Como también dice que en otras revoluciones ya no hará falta derramar más sangre pues los pueblos del Sur y del mundo entrarían en un grado de conciencia. Pero que en el mundo siguen las guerras, es tan verdadero como decir que en política lo que no avanza retrocede sea o no mediante el sufragio. Que es otra realidad: los ciudadanos confían en las elecciones. Habrá que probar con el referéndum de consulta popular cuando se quiera tocar Derechos y conquistas (como resistencia) , o para ir por nuevas conquistas sociales y políticas (como avanzada).


Cambiemos de verdad 
Sin embargo, a esta hora de la mañana, en Argentina,  ya es un consenso que el nuevo Presidente es Mauricio Macri. Y qué éste,  desde la Ley Saenz de 1916, es un político que no proviene del Radicalismo o Justicialismo. Ahora bien, lo que no se dice es que, por más que no venga de estos partidos tradicionales, es que seguimos dentro de un mismo plafond constitucional Liberal, positivista, que sostiene al capitalismo como fin último de la historia del hombre y al cristianismo como la única religión oficial.
En el capítulo “La Gran Ilusión”, de su trabajo Historia crítica de los partidos políticos, Rodolfo Puiggros, dice:  “El plafond institucional construidos por la doctrinarios del 53, con el fin de organizar a la argentina bajo las normas jurídicos políticas de la democracia liberal, funcionaron desde 1862 hasta 1930 con bastante eficacia (…) Y al movimiento popular opositor acaudillado por Hipólito Yrigoyen, los gobernantes conservadores le abrieron las puertas del poder, al sancionar el voto secreto con la ley Sáez Peña”.
Ahora bien, los partidos políticos son herramientas de los pueblos en un proceso de aprendizaje político en su liberación como sociedad organizada. Así, tanto el Radicalismo como el Justicialismo, en su momento, expresaron los deseos de las masas populares. Pero tampoco estos partidos estuvieron exentos de recaer con la fuerza física de las armar contra el pueblo trabajador organizado.
Obvio que no es lo mismo. Sale un Frente para la Victoria, con fuerte presencia del Justicialismo; que es un partido de reconciliación de clases: lo odia el empresario, aunque trabaje para él, y lo ama el trabajador, aunque lo mantenga adoctrinado políticamente y se convierta en una aristocracia obrera.  Y entra un Frente Cambiemos, con el Partido PRO a la cabeza y un individuo que es empresario y proviene de una familia millonaria.

Que las urnas no nos dejen ver el bosque
El horizonte político de la argentina, más allá de los números y de las estadísticas que son importantes y necesarias para darnos una mayor idea de las dimensiones, no hay que olvidar el horizonte como ciudadanos del mundo. EL Prof. Hugo Azcurra define la época de la historia mundial como la:
“del tránsito de una sociedad que declina, moribunda, pero aún fuerte, y otra que nace, reclamando su derecho a la vida, pero aún débil”, esa es una realidad. El problema es la construcción.