Los mandatos de Camilo Fink es un balconcito a la vida de un maestro rural entrerriano en tiempos difíciles (¿hay tiempos que no sean dificiles para un maestro o maestra entrerrianos?). A la vez es una narración sobre la construcción de una amistad nueva entre el maestro y un periodista: dos personas adultas, con un recorrido ya hecho, que se encuentran y se conocen y donde se superponen expectativas, historias diferentes, pasiones y sentimientos, donde por ejemplo tienen lugar los celos y las interpretaciones equívocas.
El "Dani" Villagra mete en su narración, sin forzar nada, sus propias vivencias, sus pasiones e inquietudes (no quisiera decir todas, pero casi), en una mixtura bien nuestra, es decir bien entrerriana, y además bien de estas épocas, donde cada docente (o cada periodista) con conciencia, atento a los males que lo aquejan, es, además, una suerte de filósofo panzaverde que no puede evitar conectar los puntos de un mapa conceptual que nos atraviesa: los dramas estructurales de la provincia, del país y hasta del continente.
Comparto un parrafito que no es necesariamente representativo de toda la narración, sino de uno de sus ingredientes (particularmente dulzón para mi talante):
“En aquellas familias se sabía dónde estaban los animales con ver las huellas en la tierra; podían adivinar la hora con ver la posición del sol; saber dónde estaba la tropilla al escuchar el cencerro de la yegua madrina o evitar el peligro de las víboras si veía algún pelecho de piel muerta. Entonces Abel intuyó que su reloj estaría en las bolsas que fueron vueltas a coser, porque en esas bolsas estaba el arroz que se iba juntando en el balde, donde dejó su reloj esa misma tarde. Fue directamente a ellas cuando el hijo de Bellieri le alumbró el camino hasta el carro.
--- ¡Pero hay que ser abombado para venir desde allá hasta acá, por un reloj!” (Pág. 129).
Quienes conocemos al autor (al menos a mí me pasa) no podremos evitar leer partes de la novela con el ritmo amable, cansino, apacible de su propia voz, que a mí se me superpone a veces en la voz de Camilo, pero otras en la de José. A su manera, ambos protagonistas son probablemente facetas del propio Villagra.
La novela Los mandatos de Camilo Fink se lee ligero, fluidamente. Y se disfruta casi como una mateada larga con amistades en una tardecita de sábado soleado. La recomiendo a la vez que la agradezco.
Ficha
Los mandatos de Camilo Fink, de Mario Daniel Villagra
Editada por Azogue Libros, Paraná, 2023.
144 páginas.
Enlace para adquirirla: https://www.azogue.com.ar/el-aliento-novela/los-mandatos-de-camilo-fink-mario-daniel-villagra
Publicado en: Miércoles Digital