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César Vallejo, foto de 1929. Fotomontaje de Amandine Girard: |
En ocasión
del lanzamiento de la 20 edición del certamen Poesía en Libertad, en la Alcaldía del Quinto Barrio, frente a la
plaza del Panthéon, se generó un debate titulado La Poesía a la hora de Internet. La actividad, coorganizada entre
la asociación Poesía en Libertad y Poesía y Canción, de la Sorbonne, propició
un marco para conversar en torno a una experiencia tan actual como
legendaria: la poesía. Durante dos horas se conversó en torno a los soportes, los
modos de producción y difusión, la relación con el lector, entre otros temas que
a continuación intentaré acercar.
En debate
A sala
llena, la concurrencia estuvo compuesta por diferentes generaciones por lo que
no se pudo efectuar un favoritismo entre el soporte papel o las pantallas a la hora de escribir. De hecho, entiendo que la postura, diría
unánime de los panelistas, fue una especie de “convivencia pacífica entre el
libro y las pantallas”.
Ahora bien, entre un soporte y otro los modos de
producción y reproducción de las obras se han modificado, en parte, conjuntamente
al trabajo de escribir. Por cierto, a los panelistas se los escuchó decir que,
actualmente, se puede diferencias entre “escritores” y “escribiendo”,
diferenciando la tarea de aquella persona que cumple con algunos hábitos netamente
literarios, como por ejemplo publicar un libro, de aquellos que escriben
simplemente para realizar publicaciones en Internet. Es decir, la poesía a la
hora de Internet a posibilitado, grosso modo, neologismos que mixtura los que
nos antecede y lo actual: se oyó mencionar “twiteratur”, en alusión a producir
en torno a los parámetros de la red social del pajarito; como así también que existe una aplicación para portátiles llamada “un poema un día”, lo cual, más bien, plantea novedosos desafíos antes que tópicos altamente desarrollados.
En
principio, las nuevas condiciones de producción y reproducción plantean el reto,
allí mencionado, de no perder la calidad de la poesía ante la cantidad. Según afirmó
un panelista, actualmente, hay más personas que escriben poesía que las que leen
dicho género. Lo cual introduce dos dimensiones: el autor y el
lector.
Por un
lado, el autor se ve interpelado por nuevas formas de producir, es decir, la
intertextualidad entre palabras, imágenes y sonidos; dimensiones que antes, en
apariencia, estuvieron separadas, hoy se pueden encontrar combinadas en
Instagram, Facebook o YouTube, por nombrar algunas plataformas. Vale decir que conceptos
como métrica, lo cual conlleva a la búsqueda de un ritmo, se pierden en las
plataformas digitales. Según se dijo, una publicación en Facebook es visto por entre
el tres y el quince por ciento del total de las amistades. Lo cual hace pensar
que los escritores clásicos, por denominarlos de alguna manera, deberán adornar
la forma de difundir sus escritos. Ahora bien, en contrapartida de ese
pensamiento, también se mencionó que, por lo menos en Francia, no es bien visto
la auto-publicación, lo cual no sucede en Japón, EE. UU. o Canadá. De todas
maneras, todos se dan cita en Internet, sea para difundir a un concurso en
papel, sea para difundir un evento donde el escritor participa, sea para
difundir su reciente poema. Internet reúne tanto a escritores como a lectores
y, en algunos casos, los pone en diálogo. Lo cual ha acelerado, por ejemplo y,
de hecho, los tiempos de las traducciones.
Por otro
lado, lo que llamaron “democratización de la poesía” o “masificación de la
literatura”, introdujo la idea de un “público no especializado” en la lectura
de poesías. Es decir, ese público no especializado, vinculado al “narcisismo de
la web” que lleva a una “espontaneidad” de la escritura/publicación, en
detrimento de una escritura, en apariencia, más “elitista”, o meditada diría,
la que lleva a tachar y volver a trabajar el texto. En ambos casos se apuntó a
la “desacralizando al poeta”, si en todo caso, en algún momento, éste lo fue.
Por último,
se llegó a mencionar que la diferencia entre papel y/o pantalla, es también una
cuestión física que afecta tanto al escritor/lector: la luz de la pantalla es
sabido que no tiene el mismo efecto que el papel, desde un punto de vista de la
salud. Como así mismo, las sensaciones difieren entre tener entre las manos un
laptop y un libro. Esto último, hablando de los soportes de la escritura, viene
a tren de mencionar una anécdota traída por un panelista: un poeta iraní
sorprendió -y asustó- al publico francés, recitando de memoria -de corazón,
dicen aquí- sus poemas. Lo cual confirma que la memoria también es un soporte,
así como el papel o el ordenador; y, además, que la poesía tiene una tradición,
la de los esclavos que cantaban por su libertad, o la de las sociedades
bárbaras que utilizaban a sus poetas para dar aliento y marcar el ritmo de sus
trabajadores. En suma, como aseveró un panelista, que los oprimidos del mundo
componen sus poemas en la cabeza, cuando no hay tiempo o momento para la
maquina o el papel.
Poesía en Libertad
Es una
asociación que lleva adelante, desde hace veinte años, un concurso
internacional de poesía en lengua francesa. El mismo es destinado a escuelas,
estudiantes y jóvenes en formación, de entre 15 y 25 años. La participación
consiste en enviar un poema inédito, con un máximo de 30 versos, a la
dirección: www.poesie-en-liberte.fr
con la idea de que los poemas seleccionados, y las menciones especiales, formen
parte de una publicación editorial, sin remuneración, con fines pedagógicos y
culturales. Como corolario del certamen, la asociación acostumbra a realizar un
evento público donde se realizan las entregas de medallas y diplomas, y se
llevan a cabo las lecturas de algunos de los poemas seleccionados por el
jurado.
En esta
oportunidad, el encuentro/debate preparado y animado por Julie Biet, reunió
diversos actores de la activada poética del momento, con la intención de
discutir cómo influye internet sobre la escritura y la difusión de la poesía. En
el panel estuvieron presente Stéphane Bataillon, poeta, escritor y periodista,
creador de Gustave, periódico de Acción Poética
numérica; Aurélien Clause, creador y administrador del canal en YouTube L’Arche, dedicado a la poesía; Jean-Luc
Despax, poeta y escritor; Bruno Doucey, poeta y editor en Ediciones Bruno Doucey; Eric Dubois, poeta, escritor y presidente
de la asociación Le Capital des mots,
una revista digital dedicada a la poesía y, completando el panel, Mélodie
Quercron, poetisa.
Paris y en 2018