
En principio, tanto Guevara como Sábato son dos personajes discutidos: el Che, por más que fue asesinado como un guerrillero revolucionario, figura como cara visible de campañas de grandes empresas; Sábato es amado y cuestionado por escribir el prólogo del reconocido libro publicado por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) y titulado Nunca Más, criticado por ser el comienzo de una teoría: la de los dos demonios; atribuye responsabilidades compartidas a los “dos bandos” sobre
los “atentados terroristas”, sea del
Estado o de las organizaciones armadas
del pueblo.
Para acercarnos a la situación en que se
efectúa la epistolar de la que hacemos referencia, habría que decir que:
1)
Hacía un poco más de un año
del triunfo de la Revolución Cubana; y no se había efectuado aún la Batalla de
Bahía de los Cochinos (de 1961, invasión
de EEUU y primera derrota del imperialismo de ese país en una nación
caribeña o latina); tampoco se había desatado la Guerra de los Misiles (En 1962
la URSS dispuso de éstos a Cuba).
2)
Un año después Guevara se
reuniría con el entonces Presidente de Argentina, Arturo Frondizzi.
3)
En ese año se crea la
Organización de Estados Americanos (OEA), la cual impulsa el desarrollo de la
infraestructura necesaria para sanear las desigualdades y los atrasos que
genera el capitalismo en América Latina.
MANOS EN LA CARTA, vemos que Guevara dice sobre los intelectuales:
“Aquí (por Cuba) la intelectualidad era esclava a secas, no disfrazada de
indiferente, como allá (por Argentina), y mucho menos disfrazada de
inteligente”. Citadas líneas fueron escritas con motivo de un envío: el del
libro “Guerra de Guerrillas”. El mismo, como se dice aquí, es un “intento de
teorización”.
Respecto a la Teoría, y su relación con la Práctica, en un pasaje
de la carta podemos leer: “…la teoría va caminando muy lentamente (…) habremos
teorizado muy poco y los acontecimientos debemos resolverlos con la agilidad de
la vida”.
EL FACTOR EEUU es, por definición, el que hace cosas con causas y
variables influyentes y constantes, es decir, pasadas y presentes, que no
escapan al análisis que se vierte en esta carta.
En la misma posibilita una lectura tras líneas de las interpretaciones
hechas por los gobernantes de EEUU, respecto a los posicionamientos públicos
esgrimidos por sus pares latinoamericanos y caribeños. Al respecto se
expresaba: “Seguí sus hojas de testificación (la de EEUU) donde decía:
“nacionalizaremos los servicios público”, debía leerse: “evitaremos que eso
suceda si recibimos un razonable apoyo”; donde decía: “liquidaremos el
latifundio”, debía leerse: “utilizaremos el latifundio como una buena base para
sacar dinero para nuestra campaña, o para el bolsillo personal”.
Así, pues, con ese modos operandi no es ilógico pensar que los
enunciados públicos (el no pago de la deuda en 2003 de el ex presiente Néstor
Kirchner) o medidas como las retenciones a la exportación de soja, son
utilizados como cheque es blanco para sentarse a negociar con los gobiernos de
EEUU.
La de Políticos y Literatos es una relación conocida, y muchos la
quieren hacer aparecer como un misterio.
Y esto me hace acordar a ejemplo del político español que le sirve a los
efectos de un ensayo de Unamuno, en donde el político renuncia y se dedica a
escribir un libro sobre la ética. Al respecto, Unamuno dice: “Si os digo ahora
que ha sido acaso un literato desviado a la política, tal vez comprendáis los
literatos su resolución y se os muestre claro cómo lo que puede ser falta de
ambición, sea sobre de ella.”, y
continua diciendo sobre el personaje en cuestión: “Son, pues, los que no
se alistan a ninguno de los bandos que luchan”.